“La cultura de la simulación (virtualidad), nos puede ayudar a conseguir una visión de una identidad múltiple, pero integrada cuya flexibilidad, resistencia y capacidad de júbilo está relacionada con tener acceso a nuestros muchos yo”.
(Sherry Turkle: La Vida en la Pantalla)
La Educación Virtual:
¿Qué es eso de lo virtual, el ciberespacio y la internet? ¿Cómo se van produciendo nuevos tipos de relaciones entre las personas que tienen acceso a estas herramientas? ¿Qué clase de sujeto se va constituyendo a partir de las redes cibernéticas?
Para lograr sus fines y objetivos, la nueva educación tendrá que valerse de los medios disponibles. La realidad virtual, específicamente la Internet, es uno de los medios que más potencialidades tienen para producir y desarrollar conocimientos, habilidades y valores. Es una herramienta que se presta para hacer realidad todos estos postulados anteriores. Por ser una red multidireccional, es uno de los medios más versátiles, rápidos y que puede propiciar la participación democrática dependiendo del uso que se le dé.
A pesar de que la educación virtual está aún en ciernes y de que nuestros países latinoamericanos se encuentran con grandes limitaciones para tener acceso a estas redes de la información, es posible encontrar caminos y formas de hacer accesible la educación a un gran número de personas y grupos. Lo importante es tener claro el nuevo paradigma ser ingeniosos para que estas riquezas que se han logrado en el reciente siglo pasado, puedan llegar hasta los más recónditos lugares de nuestra América pobre.
El Ciberespacio:
Areópago electrónico de la era digital,
infraestructura electrónica del feudo global;
herramienta flexible del descontento humano,
vitrina y mercado de las diversidades;
entorno global de la información que precisamos
para comprender, amar y experimentar la vida.
El ciberespacio o la Internet, se ha constituido en el nuevo areópago o lugar de encuentro de la era digital, en la infraestructura electrónica del feudo global o lo que McLuhan diría la “aldea global” (McLuhan y Powers: 1991), el lugar donde se construye la sociedad en red. También es una herramienta para la expresión del descontento social de los movimientos organizados; espacio para el aprendizaje dirigido y el autoaprendizaje; pero también es la vitrina y el mercado de las diversas fuerzas económicas que se enfrentan en esta sociedad neoliberal. Sin embargo, en términos humanos, es el gran entorno global donde subyace la información que precisamos para amar, comprender y experimentar la vida misma. Es también un lugar donde podemos expandir nuestras relaciones y retroalimentarnos para co-evolucionar como humanos.
infraestructura electrónica del feudo global;
herramienta flexible del descontento humano,
vitrina y mercado de las diversidades;
entorno global de la información que precisamos
para comprender, amar y experimentar la vida.
El ciberespacio o la Internet, se ha constituido en el nuevo areópago o lugar de encuentro de la era digital, en la infraestructura electrónica del feudo global o lo que McLuhan diría la “aldea global” (McLuhan y Powers: 1991), el lugar donde se construye la sociedad en red. También es una herramienta para la expresión del descontento social de los movimientos organizados; espacio para el aprendizaje dirigido y el autoaprendizaje; pero también es la vitrina y el mercado de las diversas fuerzas económicas que se enfrentan en esta sociedad neoliberal. Sin embargo, en términos humanos, es el gran entorno global donde subyace la información que precisamos para amar, comprender y experimentar la vida misma. Es también un lugar donde podemos expandir nuestras relaciones y retroalimentarnos para co-evolucionar como humanos.
Internet, ¿Fantasía o Mundo Real?:
Una simple arroba me lleva a otros espacios
y las distancias desaparecen ante mis ojos;
chateo mirándote y escuchando tu voz,
aunque sólo tenga frente a mí, la máquina y sus conexiones.
y las distancias desaparecen ante mis ojos;
chateo mirándote y escuchando tu voz,
aunque sólo tenga frente a mí, la máquina y sus conexiones.
¿Está Internet incitando a la gente a vivir fantasías y a huir del mundo real? Es posible que una porción de la población usuaria de Internet se aísle de su familia y del entorno físico. Esto sucede, sobretodo, en las interacciones en línea a través de los chat rooms (salas de charla). Pero, según Castells, esta “es una porción muy reducida de la sociabilidad basada en Internet y es un tipo de actividad que tiende a concentrarse especialmente en círculos adolescentes (Castells, 2001, 139).
La mayor parte del uso que se le da a Internet es instrumental y está relacionado con el trabajo, la familia y las relaciones sociales. La herramienta más utilizada hasta el momento es el correo electrónico, representando más del 85% del uso de Internet (Castells, 2001, 138). La interacción social que se desarrolla en la red, añade elementos a las relaciones sociales preexistentes. Esta interacción no produce aislamiento, sino que amplía espacialmente el círculo de las relaciones sociales.
Según el propio Castells, la constitución de las propias relaciones sociales en cuanto a la proximidad geográfica perdió vigencia desde la década del los setenta. Con el proceso de urbanización en el caso de América Latina, las redes sociales se constituyeron más allá de la cercanía geográfica (Castells, 2001, 147).Comunidades Virtuales:
La personalización-individualismo en red como modelo social produce modelos de comunidad tan intensas o más que los modelos de comunidades físicas. La interacción que ocurre en red llega a producir los mismos sentimientos, emotividades, ideas y acciones en las personas.
Barry Wellman define las comunidades como redes de lazos interpersonales que proporcionan sociabilidad, apoyo, información, pertenencia e identidad social (Castells: 148). La definición anterior se aplica a los casos tanto de comunidades espaciales como virtuales. La diferencia es que la comunidad virtual es una forma evolucionada de las anteriores comunidades espaciales. En las redes ciberespaciales, las relaciones primarias (familia, comunidad local) y secundarias (organización) dan lugar a relaciones personalizadas centradas en el yo (Castells, 2001, 149).
¿Significa esto que Internet promueve modelos de individualismo? Mas bien se puede decir con Castells que “Internet proporciona el soporte material apropiado para la difusión del individualismo en red como forma dominante de sociabilidad” (Castells, 2001, 152). La personalización-individualismo en red como modelo social produce modelos de comunidad tan intensas o más que los modelos de comunidades físicas. La interacción que ocurre en red llega a producir los mismos sentimientos, emotividades, ideas y acciones en las personas.
El Sujeto Múltiple y la Experiencia Espiritual en Internet
La aparición repentina del mundo digital nos transformó en seres multidimensionales, hizo aflorar nuestras diversas personalidades y nos permitió acercarnos virtualmente a mucha gente que en épocas anteriores nunca hubiéramos imaginado tener al alcance de la mano, del oído o de la vista. El teclado, la pantalla y el computador personal nos convirtieron en una parte de las múltiples interfaces de la red electrónica llamada Internet. Detrás del equipo electrónico, somos como las terminales de infinitas cadenas de relaciones que fluyen ilimitadamente en el tiempo y en el espacio.
Sherry Turkle desarrolla de manera profunda el fenómeno de la multiplicidad de identidades y la construcción de personajes en el mundo electrónico. En sus investigaciones descubrió que la gente se introduce en diversos tipos de personajes para actuar y para pensar en las distintas máscaras que llevamos cada día (Turkle: 1985, 322). Al asumir personalidades múltiples en Internet, la gente desea experimentar facetas de la vida que ordinariamente no experimentarían pero que no se contradicen entre sí.
Para Turkle, muchas de las manifestaciones de multiplicidad en nuestra cultura, incluyendo la adopción de personajes electrónicos, están contribuyendo a una reconsideración general de las nociones tradicionales de identidad. La esencia del yo, en palabras de Turkle, “ni es unitaria, ni sus partes son entidades estables. Es fácil merodear a través de sus aspectos, que intercambian constantemente comunicación entre sí”. Pensar en una diversidad interna nos permite aceptar la imposibilidad de conocernos, ni de conocer las cosas completamente, ni lo exterior ni lo interior del sujeto.
En este sentido, la tecnología nos permite desarrollar nuestras dimensiones personales más subyacentes, es decir, nuestras verdaderas personalidades. Y esas son las dimensiones donde aflora la espiritualidad humana. La dimensión ciberespacial nos libera del miedo y de los complejos de la in-autenticidad, del juicio social o moral, y nos permite conocernos y darnos a conocer. El aceptar nuestras verdaderas identidades nos permite conectarnos con más personas y a la vez podemos entender la trama de mucha gente que sólo a través de una pantalla se atreve a sacar sus verdaderas pasiones y angustias. En este sentido la interacción en la red proporciona cierto anonimato o privacidad que a veces necesitan algunas personas para exteriorizar sus intimidades.
Cuando entendemos la multiplicidad humana podemos comprender mejor la reflexión que por siglos se ha hecho sobre el concepto del Dios trinitario, tema compartido por las tradiciones católicas (romana, ortodoxa y anglicana). Según la doctrina trinitaria, la esencia de Dios es una, pero se manifiesta en tres personas; hay una sola sustancia, pero hay tres identidades: el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo (Boff, 1997, 109-113). Dios a través de sus identidades se manifiesta realizando distintos actos. Así por ejemplo el Padre tuvo la misión de crear el universo; el Hijo asumió la redención de la humanidad y el Espíritu Santo el papel de acompañar y fortalecer a su pueblo por toda la historia. En las narraciones bíblicas muchas veces Dios se identifica con el viento, con el fuego, con las nubes (Libro de Ezequiel, 1,4), etc, sin perder su propia esencia.
Esta breve reflexión nos ayuda a comprender la dinámica que se genera en el ser humano dentro de los medios digitales; a entender lo que es el yo cuando se divide o se altera en múltiples identidades simultáneamente. Aunque en la vida virtual, se desarrollan estos aspectos alrededor de juegos y simulaciones, todo parece indicar que la práctica de identidad como multiplicidad ayuda a desarrollar ideas sobre la multiplicidad del yo real. En muchos casos posibilita el auto-descubrimiento de capacidades y dimensiones nuevas, así como también permite el crecimiento personal y la auto-transformación.
Ciber-lenguaje
El lenguaje en la actualidad está sufriendo una rápida evolución como consecuencia de la penetración del ciberespacio en los ámbitos domésticos, laborales y sociales. Nuevos conceptos y nuevas formas de expresión van formando progresivamente un nuevo idioma, que es global en cuanto a que es conocido por todos los cibernautas, pero exclusivo de un pequeño porcentaje de la población mundial con acceso a la tecnología. A continuación escribo, a modo de ejemplo, un texto de lo que podría ser un mensaje dirigido por un usuario común de Internet. Entre letras se percibe la realidad que puede acontecer en el plano virtual, la expresión de sentimientos, el despliegue de la imaginación y la creación virtual de situaciones deseadas:
“Navego por el ciberespacio y encuentro tu nick en una web, te envío un pequeño e-mail y a la vuelta me invitas al chat room. Durante horas nos conocemos, compartimos los detalles más sencillos del mundo digital y de la vida; imágenes, canciones, historias, íconos animados, nuevo links. En fin, nos acariciamos virtualmente y hasta nos hacemos el amor con disimulo. La vida física puede ser muy distinta a la que pretendemos experimentar, pero son los deseos ilimitados los que afloran y fluyen como bucles de retroalimentación. Porque yo deseo y tú deseas; yo necesito y tú también; ambos nos sentamos y nos sentimos identificados. Ambos queremos alcanzar el éxtasis en esta vida que nos apremia. Buscamos la esencia de las cosas y nos resistimos a quedar atrapados en el espacio-tiempo lineal. Tal vez hasta nos olvidemos de las reglas sociales, culturales y morales. Dejamos de medirnos con leyes inertes. Nos lanzamos al vacío de la incertidumbre, a la novedad de las dimensiones múltiples, donde sabemos que existen otros yo, otros personajes reales o ficticios, que pueden responder a nuestros anhelos”. Arte, Espiritualidad y Ciberespacio
Navegando por esos espacios, he podido experimentar el arte de las palabras; el arte de dibujar la vida en todas sus dimensiones. Sólo por las palabras he descubierto los demonios y los ángeles que habitan en el interior de personas distantes. El ciberespacio nos ha permitido navegar por nuestros propios mundos internos y evocar todos los sufrimientos, miedos y también esperanzas. Siguiendo el nuevo paradigma del orden implicado, me doy cuenta que al escuchar también estoy evocando mis propias interioridades, al percibir las realidades de otros/as también yo me conecto y percibo las mías.